COMO ERES SEGÚN TU HOROSCOPO.

 

Marzo 21-Abril 20

 

Características: Yo soy. Ardiente, colérico, variable.
Positivo: Vital.
Negativo: Impulsivo.

 Aries es el primer signo del zodiaco y

simboliza un nuevo comienzo. Los Arianos son creativos,

 apasionados, ambiciosos, además de egoístas e impacientes.

El planeta que rige a Aries es Marte.

Flor: Rosa, amapola.
Color: Rojos, escarlata, vivos y suaves.
Metal: Hierro, acero.
Números de Suerte: 1 y 9
Piedra de Nacimiento: Diamantes para la suerte.
Piedra de Fuerza: Jaspe rojo para energía.
Símbolo: Carnero
Elemento: Fuego.
Día: Martes

Abril 20 – Mayo 20

 

      Tauro no es muy aficionado al cambio y se encuentra

 algo de terquedad en ellos. Generalmente son tranquilos

cariñosos y pacientes. Aunque son fáciles de llevar,

 no les gusta ser desafiados o presionados.
El planeta que rige a Tauro es Venus.

Flor: Violetas, Rosas rosadas.
Color: Azules, Tonos tierra.
Metal: Cobre
Características: Yo establezco, Yo poseo
Positivo: Estabilidad
Negativo: Terquedad
Números de Suerte: 6 y 4
Símbolo: Toro
Piedra de Nacimiento: Esmeralda para la suerte

 

Mayo 22 – Junio 21

  

       Géminis, nació con el arte de la persuasión,

 y son vivaces, llenos de energía y humanistas.

Puesto que sus intereses están en muchas áreas,

 ellos probablemente saben un poco de muchas

cosas, en lugar de saber mucho de pocas cosas.

El planeta que rige a Géminis es Mercurio.

Flor: Camelia
Color: Amarillo, Grises
Metal: Mercurio
Características: Yo pienso, Comunico
Positivo: Adaptable
Negativo: Superficial
Números de Suerte: 5 y 9
Símbolo: Gemelos
Piedra de Nacimiento: Alexandrita para la suerte.
Piedra de Fuerza: Crisolito para energía.
Elemento: Aire.
Día: Miércoles.

Junio 21 – Julio 23

 

 Los Cancerianos son muy imaginativos,

 compasivos en general extremadamente complejos.

 Al igual que el cangrejo tienen una cubierta

 dura para proteger su suave interior.

En cualquier relación que tienen, son leales,

 devotos, afectuosos, y muy protectores.

El planeta que rige a Cáncer es la Luna.

Flor: Lirio, lila, amapola.
Color: Blanco plata, perla, verde.
Metal: Plata.
Características: Yo siento, Yo proveo, Te amo porque soy tu dueño.
Positivo: Protector
Negativo: Celoso
Números de Suerte: 3 y 7
Símbolo: Cangrejo
Piedra de Nacimiento: Rubí para la suerte.
Piedra de Fuerza: Marcasita para energía.
Elemento: Agua.
Día: Lunes.

Julio 23 – Agosto 22

  


 

        Los Leo son personas fuertes y dominantes.

 Son entusiastas y muy creativos. Generalmente

son generosos, amables y abiertos.

El planeta que rige a Leo es el Sol.

Flor: Girasol
Color: Amarillo, Naranja
Metal: Oro
Características: Yo domino. Creo.
Positivo: Autoridad
Negativo: Autocrático
Números de Suerte: 8 y 9
Símbolo: León
Piedra de Nacimiento: Peridotita para la suerte.
Piedra de Fuerza: Cristal de Roca para energía.
Elemento: Fuego.
Día: Domingo.

 

Agosto 23 – Septiembre 22

    

 Los Virgo son reservados y modestos.

Tienen una necesidad de mantenerse ocupados

 que los mantiene en movimiento constante.

Ellos usan la mayor parte de su tiempo

disponible organizando y planeando.

 Les gustaría hacer perfecto todo lo que los rodea,

 no sólo a ellos sino también a todos los demás.

Mercurio es el planeta que rige a Virgo.

Flor: No me olvides
Características: Yo analizo.
Positivo: Detallistas
Negativo: Críticos
Números de Suerte: 5 y 3
Símbolo: La Virgen
Piedra de Nacimiento: Zafiro para la suerte.
Piedra de Fuerza: Amatista para energía.
Elemento: Tierra.
Día: Miércoles.

Septiembre 23 – Octubre 23

  


 

 Libra es el signo más sereno del zodiaco,

 lleno de encanto, elegancia, y el don

de hacer sentir a la gente importante.

 Su planeta regente es Venus.

Flor: Rosa rosada.
Color: Rosa (en todos sus matices)
Metal: Cobre
Características: Yo influyo, coopero, armonía, conciliación
Positivo: Diplomático
Negativo: Vacilante
Números de Suerte: 6 y 9
Símbolo: La Balanza
Piedra de Nacimiento: Opal para la suerte.
Piedra de Fuerza: Alabastro para energía.
Elemento: Aire.
Día: Viernes.

Octubre 24-Noviembre 22

 
 

     Los Escorpiones son personas muy apasionadas.

 Aunque ellos pueden ser generosos y gentiles,

 tienden a tener una naturaleza obsesiva

 junto con una personalidad poderosa y dominante.

 Su planeta regente es Plutón.

Flor: Madreselva, Gardenia
Color: Rojo sangre, tonos oscuros
Metal: Hierro, acero
Características: Yo domino, Yo deseo.
Positivo: Renaciente
Negativo: Despiadado
Números de Suerte: 2 y 4
Símbolo: Escorpión
Piedra de Nacimiento: Topacio para la suerte.
Piedra de Fuerza: Hematita para energía.
Elemento: Agua.

Noviembre 22 – Diciembre 22

  

         Sagitario, simboliza la búsqueda de sabiduría.

 Ellos quieren saber y quieren explorar.

 Son ambiciosos, generosos, y siempre abiertos

 a nuevas ideas.
Su planeta regente es Júpiter.

Flor: Todas las flores de Montaña.
Color: Púrpura, Rojo profundo.
Metal: Estaño
Características: Yo veo.
Positivo: Perspicuo
Negativo: Moralista
Números de Suerte: 5 y 7
Símbolo: Centauro
Piedra de Nacimiento: Circón para la suerte.
Piedra de Fuerza: Lapislázuli para energía.
Elemento: Fuego.
Día: Jueves.

Diciembre 22 – Enero 20

  

 Capricornio, rige sobre la reputación,

 la carrera y el estatus en la comunidad.

 Ellos tienen un fuerza impulsora hacia el éxito,

 el dinero y la autoridad.

Su planeta regente es Saturno.

Flor: Geranio
Color: Todos los tonos tierra.
Metal: Plata
Características: Yo uso, Organizo
Positivo: Con principios
Negativo: Mezquino, avariento.
Números de Suerte: 2 y 8
Símbolo: Cabra.
Piedra de Nacimiento: Granate para la suerte.
Piedra de Fuerza: Ónice para energía.
Elemento: Tierra.
Día: Sábado.

  

Enero 20 – Febrero 19

  

  Acuario es el signo de las esperanzas y los sueños,

 amigos y deseos. Su planeta regente es Urano.

Flor: Orquídea blanca, azalea, clavel, nardo.
Color: Azul eléctrico, Azul Cobalto, Gris Azulado
Metal: Aluminio, cromo, plomo, radio, uranio.
Características: Yo se, resuelvo, coordino, el razonador.
Positivo: Liberal
Negativo: Excéntrico, su falta de realismo.
Números de Suerte: 1 y 7
Símbolo: Agua
Piedra de Nacimiento: Amatista para la suerte.
Piedra de Fuerza: Amazonita para energía.
Elemento: Aire.
Día: Sábado.

Febrero 19 – Marzo 21

   

     Piscis es el signo de la eternidad, reencarnación

 y renacimiento espiritual. Ellos tienen

la habilidad de ver profundamente en la psiquis

 humana y nacieron con el don de la profecía.

 En cualquier relación, ellos son leales,

 nada egoístas y generosos. Naturalmente amables

 y sensibles, ellos son excelentes amigos.

Su planeta regente es Neptuno.

Flor: Loto, anémona, nenúfar.
Color: Azul turquesa, aguamarina.
Metal: Platino
Características: Compasión, Universalidad, Yo percibo.
Positivo: Caridad
Negativo: Ansiedad
Números de Suerte: 2 y 6
Símbolo: Peces
Piedra de Nacimiento: Aguamarina para la suerte.
Piedra de Fuerza: Amatista para energía.
Elemento: Agua.
Día: jueves.

 

 

 

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Se puede arreglar el mundo? (de Gabriel García Marquez)

Un científico que vivía preocupado con los problemas del mundo estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día su hijo de 7 ańos invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico nervioso por la interrupción le pidió al nińo que fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención. De repente se encontró con una revista en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba. Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: como te gustan los rompecabezas te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin ayuda de nadie. Entonces calculó que al pequeńo le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas escuchó la voz del nińo que lo llamaba calmadamente. Papá, papá, ya hice todo, conseguí terminarlo. Al principio el padre no creyó en el nińo. Pensó que sería imposible que a su edad hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un nińo. Para su sorpresa el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. Cómo era posible? Cómo el nińo había sido capaz de hacerlo? De esta manera el padre preguntó con asombro a su hijo – Hijito tú no sabías cómo era el mundo cómo lo lograste? Papá respondió el nińo, yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta los recortes y comencé a recomponer al hombre que sí sabía como era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y vi que había arreglado al mundo.
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CUENTO

EL BAMBU JAPONÉS

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego.También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita sea!Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes:
Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece
¡más de 30metros!

¿Tardó sólo seis semanas crecer?

No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.

Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo.

Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.

Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.

De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.
Y esto puede ser extremadamente frustrante.

En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no “ver” el resultado que esperamos-, si está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.

Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.

El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.

Tiempo… Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos…

Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi… nosotros mismos hacemos las cosas apurados, no se sabe bien por qué…

Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés…
¿Para qué?

Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación.
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…
quizá solo estés echando raíces….

Tomado de la Web

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MENSAJES

 Llevas navegando en mi  espacio

   

      

 

EL PODER DEL PENSAMIENTO POSITIVO.

 

 Vives en un mundo con un promedio de 80% de pensamientos negativos.

Desde este instante puedes abandonarlo y hacerlo un mundo mejor con fé y esperanza.

 Desde ahora estás capacitado para iniciar una nueva vida positiva. Vida que quedará en tu

 subconsciente como tu vida natural, impregnando con la fuerza todo tu ser físico y mental.

 Eres capaz de hacerlo. Realmente puedes lograrlo. Inténtalo ahora, llevando contigo no tan

 sólo pensamientos positivos, sino que una vida positiva fruto de esos pensamientos.

 El pensamiento positivo afecta todo lo que haces, impregna de elevadas vibraciones todo lo

 que te rodea. Sólo trabaja en tu beneficio y en el de los demás, dado que en el reino de la

 mente lo positivo atrae a lo positivo y rechaza a lo negativo.

 Cuántos en el planeta desearían estar en tu lugar. Sé agradecido con lo que tienes, y desde

 lo que eres y tienes inicia el cambio hacia algo mejor, pues siempre habrá delante nuevos

 logros para tu crecer. La vida positiva se inicia ahora, ya, desde donde uno está.

 Usa dos palabras mágicas: PUEDO y QUIERO. Puedo ser mejor, quiero ser mejor.

 Usa una frase mágica: «SOY CAPAZ». Yo soy capaz de ser mejor y lograr éxito en mis metas

 positivas, para la nueva vida que desde ahora iniciaré.

 No hay edad para el cambio, la ciencia ya lo ha demostrado. Siempre siente que tu edad de

 mayor producción y capacidad está 20 años más allá de la que ahora tienes, y actúa así,

 pues tu cerebro crecerá, nuevos circuitos activarás y cada día más inteligente serás.

Sin importar tu edad, tienes una vida por delante y esa vida es importante.

 Pide a lo interno ayuda para iniciar el cambio y comenzar desde este instante a vivir una

 vida positiva, aprendiendo el arte del buen pensar, pensando cada día más y más cosas

 positivas.

 Quien no comete errores es un ser que no sabe vivir, es un ser estancado en la vida.

Sólo quien intenta ser mejor, vivir mejor y aprender más, comete errores. De cada error

 se saca una positiva lección, cada error es una enseñanza que nos permita avanzar.

 Quien no aprende a perdonar, dificulta su caminar. Perdonar deja una sensación

 de libertad maravillosa.

  El mejor lugar del planeta está donde tú en este instante te encuentras,

 en ese lugar puedes hacer un cielo de un infierno sólo con tu actitud mental positiva.

  Elimina la duda, el temor, la ansiedad y la preocupación. No lo olvides:

El cáncer es curable, lo que mata es el temor al cáncer. Toda meta lógica es alcanzable,

 lo que lo impide es la duda. Eres capaz de lograr desde ya el cambio, lo que te limita

 es la ansiedad y la preocupación. Borra de tu mente la duda, el temor, la ansiedad

y la preocupación.

 Condiciona tu mente subconsciente co n positivos pensamientos conscientes.

 En la medida de tu fe en ti mismo, de tu fe en las herramientas que DIOS te dió,

 y créelo, fueron las mejores, comienza a usar esas herramientas y

los resultados te sorprenderán. 

 Las herramientas son tus propios pensamientos, y nadie puede ayudarte

a pensar o a pensar por ti.

 Asume desde ya tu responsabilidad de que eres lo que has pensado.

 Asume el compromiso de que serás lo que desde ahora pienses.

 Nada ganas con sentirte superior a otros. Sí ganas con sentirte superior a ti mismo.

 La única guerra es contigo mismo. El único rival eres tú mismo. La única persona

 a la que debes vencer es a ti mismo. Véncete eliminando con el pensamiento

 positivo reiterativo la preocupación. Véncete aumentando tu autoestima

 y el valor personal. Véncete asumiendo tu presente y futuro.

 Eres capaz de lograrlo.

 Eres importante pues eres hijo de DIOS, en transitoria misión de perfeccionamiento

por tu forma física, en la que NADA negativo puede tocar lo sutil que realmente eres.

 Sólo lo positivo toca a tu alma, y lo hace permitiéndote crecer y evolucionar.

Nada sucederá en tu vida mientras no lo quieras, y una vez fijada esa idea

en tu subconsciente, no hay límite para la meta que uno se programe.

 Establece metas elevadas y comienza a vivir una vida que te permita alcanzarlas.

Metas nobles y que por ningún motivo puedan dañar a otro.

Puedes lograrlo. Tan sólo de ti depende si lo logras o no.

 La enfermedad puede ser un obstáculo para el cuerpo, pero no para la

 voluntad y la capacidad de emitir buenos pensamientos.

 Ante cada problema, relájate, piensa que eres capaz de solucionarlo,

elimina la ofuscación. Repite una y otra vez que lo solucionarás,

y la solución llegará. No pierdas el tiempo ni la energía en problemas menores,

 esos se van solos sin problema.

 Cada dificultad es una oportunidad que la vida te da para tu personal desarrollo.

 Si logras aceptar este enfoque, cada dificultad fácilmente superada será,

y tú más crecido estarás.

 Cuando te preparas para lograr lo mejor, la fuerza interior actúa más allá

del tiempo y del espacio, con el fin de que tengas eso mejor por ti pensado.

 Al despertar, se agradecido por haber despertado, y piensa y cree que será

un buen día para ti, y que mañana lo será aún mejor. Mírate al espejo y ve tus ojos

 resplandecientes y tu aspecto radiante. Usa frases de auto apoyo. Hazlo todos los días.

 Las cosas que ya son, imagínalas como tú quieres que sean mejores. A tu familia

 imagínala mejor. A tu trabajo imagínalo mejor. Es decir, VISUALÍZALOS mejor,

cerrando los ojos y viendo lo que tú deseas mejor de lo que ahora es.

Ve el futuro en un mundo mejor. Hazlo con fe, tienes el poder para lograr

 que ese futuro sea mejor. Tu mente es más poderosa de lo que has imaginado.

No la has sabido usar. No importa, ahora la usarás sabiamente.

 Si perseveras y eres constante en tus anhelos, los lograrás dado que eres capaz.

No hay límites ante ti, los límites los pones tú mismo. Amplíalos desde ya, cada día más.

 Partiendo de la base que tus metas serán justas, lógicas y nobles, sin importar

 en el lugar en que ahora estés, pues ese es precisamente el mejor lugar

para iniciar el cambio positivo en tu vida, de la misma forma triunfarás.

 Vives en un mundo negativo, toma la decisión de hacerlo positivo.

 Vives en un mundo con presagios de caos, toma la decisión de pensar en

 un mundo mejor.  Prepárate para mañana trabajando bien hoy.

 Mira más allá de las estrellas, observando primero lo que te rodea,

y luchando por mejorarlo, solo tú puedes lograrlo.

 Pese a todo lo negativo, que es externo, puedes llevar una vida positiva

buscando apoyo en lo interno.

   Dentro de ti está la mente consciente que es la fuente de los pensamientos,

 los que tan sólo tu puedes manejar. Está tu mente subconsciente que es la

depositaria de la fuerza que nos llega desde el alma, y que rige la vida y nos

permite vivir, fuerza que conscientemente con los pensamientos puedes

aprender a programar. Usa los pensamientos de manera tal que te permitan

 ser el mejor programador de tu subconsciente. Usa la fuerza interior con

el fin de tener una mejor vida exterior y colaborar a lograr un mundo mejor.

 PUEDES HACERLO. ERES CAPAZ. ERES IMPORTANTE.

 DECÍDETE YA,

HAZLO AHORA, E INICIA EL CAMBIO.

 

 

 

 

A PARTIR DE HOY 

  

Tu vida puede tomar uno de dos rumbos.

La única manera de salir adelante en la vida es no culpar a los demás de

 lo que te sucede.

Tú eres el arquitecto de tu vida.

Y si la vida no te ha sido muy favorable hasta ahora,

el futuro puede cambiar y depende especialmente de ti.

Si has tenido muchos fracasos, estás en una excelente posición para comenzar

 una nueva vida, pues eres experto en conocer como no deben hacerse las cosas.

 Cuando tú sabes que es lo errado, no lo repetirás en el futuro y te acercará

cada vez más al éxito.

A partir de hoy tu vida puede tomar uno de dos rumbos. El éxito o el fracaso.

 La felicidad o la infelicidad. Es tu decisión cual camino tomar y tienes igual

oportunidad de seguir uno u otro sendero.

Tienes las mismas posibilidades para cualquiera de los dos. La forma de

tomar el sendero del triunfo es…

¡dejar de culpar a los demás! Asumir tu propia responsabilidad y virar

 hacia una actitud mental positiva y constructiva. Elimina los «si no fuera por…».

«Si no fuera por mis padres yo habría hecho…»,

«si no fuera por este gobierno, yo estaría…», «si hubiera tenido dinero…»,

 «si me consideraran en la oficina…»,

Nada soluciona el culpar a los demás. Si las cosas te sucedieron, es en gran parte tu responsabilidad.

Asúmela y tu vida cambiará.

 

 

 

  

 

ACEPTACION…

 

Aceptación significa que puedes encontrar en tu corazón la serenidad que

te libere del pasado con sus errores y pesares, te transporte hacia el futuro con

una perspectiva nueva, y te haga apreciar la oportunidad de una nueva vida.

Aceptación significa que cuando haya momentos difíciles en tu vida, sabrás hallar

 el amparo y el consuelo para aliviar tus pesares.

Hallarás nuevas aspiraciones y esperanzas, e indulgencia en tu corazón.

Aceptación no significa perfección para siempre. Solo significa que te

sobrepondrás a la imperfección. Aceptación es la senda hacia la paz, para

liberarte de lo peor, conservar lo mejor, y hallar en tu alma la esperanza

que te acompañe toda la vida.

Aceptación es la mejor defensa del corazón, el mayor bien del amor, y la

manera más fácil de seguir creyendo en ti y en los demás.

   

 

 

 

 

COMIENZA CON LO QUE TIENES, NO CON LO QUE TE FALTA

 

 Comienza con lo que tienes, no con lo que te hace falta

Tú ya tienes todo lo que necesitas para comenzar a crear tu futuro.

Sin embargo, a veces te encuentras diciendo: Si tan sólo tuviera

 ésto, si al menos esto fuera distinto, si tuviera más dinero

No exageres la importancia de las cosas que no tienes.

 Empieza con lo que tienes, No con lo que te hace falta.

No permitas que aquello que no puedes hacer, te impida hacer

 lo que sí puedes. La pasividad prolongada paraliza la iniciativa .

 Para la mente que vacila, todo parece imposible.

No esperes que existan circunstancias extraordinarias para

 hacer el bien, hazlo en las situaciones comunes.

No necesitas más energía, habilidad ni mayores oportunidades.

 Lo que debes hacer es sacarle provecho a lo que ya tienes.

El encanto de lo distante y lo difícil es engañoso.

La gran oportunidad se encuentra donde está”.

 Lo que puedes hacer ahora es la única influencia que tienes

 sobre tu futuro. La grandeza verdadera consiste en

demostrar excelencia en las pequeñas cosas

No te quejes porque no tienes lo que quieres.

 Agradece no recibir lo que mereces. No serás feliz hasta que

 no aprendas a sacarle provecho a lo que ya tienes.

 No te preocupes por lo que no tienes.

La alegría nunca vendrá a quienes no saben apreciar lo que

 ya poseen. La mayoría de las personas cometen el error

de buscar muy lejos aquello que está cerca.

Nunca alcanzarás mayores logros, a menos que te lances

antes de estar listo. Nadie logró el éxito mientras esperaba

 que todas las condiciones fueran ideales”.

La Biblia dice: El que al viento observa, no sembrará;

 y el que mira a las nubes, no segará. Esto significa que si

 esperas a que se den las condiciones perfectas,

nunca llegarás a nada.

No pierdas el tiempo con dudas y temores acerca de

 lo que no tienes. Dedícate de lleno a terminar la tarea que

 tienes en tus manos, sabiendo que el correcto desenvolvimiento

 actual es la mejor preparación para tus años venideros.

 ¡Simplemente hazlo, con lo que tienes!

 

  

 

  

 

 

EL AMOR TE ELIGE A TI

 

 Si tú te encuentras enamorada de una persona que no lo está de ti…

no te reproches a ti misma.

No hay nada de malo contigo, sino que el amor no eligió descansar en

el corazón de la otra persona.

Si encuentras a alguien que está enamorado de ti, y tu no lo amas, siéntete

honrada de que al amor vino y tocó a tu puerta, pero dulcemente rechaza

el regalo que no puedes devolver.

Si tú te enamoras de alguien, y esta persona se enamora de ti también,

y el amor elige irse, no intentes reclamarlo o culparlo. Déjalo ir. Hay

una razón y un significado. Tú lo sabrás a su tiempo.

Recuerda que tú no eliges al amor. El amor te elige a ti.

Todo lo que puedes hacer realmente es aceptarlo, por todo su misterio,

 cuando entra a tu vida.

Siente como él te llena hasta derramarse, y entonces encuentra la manera

 de compartirlo. Dalo a la persona que lo hizo nacer en tu vida. Dalo a otros

que sean pobres de espíritu. Dalo alrededor del mundo en todas las formas

 que puedas. Es entonces que muchos que aman cometen un error,

 porque habiendo estado mucho tiempo sin amar,

ellos entienden el amor como únicamente una necesidad. Ellos ven sus

corazones como un lugar vacío que necesita ser llenado con el amor,

y ellos empiezan a ver el amor como si fuera algo que fluye para ellos

en lugar de fluír desde ellos. Acuérdate de eso, y manténlo en tu corazón:

el amor tiene su propio tiempo, sus propias estaciones, y sus propias razones para ir y

venir. Tú no lo puedes sobornar, coaccionar, motivar o insistir para que

se quede. Tú solo puedes abrazarlo cuando el llega, y repartirlo con los

otros cuando el venga hasta ti.

Pero si el elige dejar tu corazón, o el corazón de aquel a quien tu amas,

no hay nada que puedas hacer, y no hay nada que debas hacer. El amor

es y siempre será un misterio. Alégrate de que el haya entrado a tu vida

 en algún momento. Si tu mantienes tu corazón abierto, él vendrá de nuevo a ti.

La falla es la única oportunidad de comenzar de nuevo de manera más inteligente.

 

 

 

 

 DECIDETE A VOLAR 

 

Abandona tu comodidad, enfrenta tus miedos e inseguridades, y sólo así,

comenzarás a volar…

Si sientes que la vida no tiene sentido, que los problemas te están acabando,

memoriza esta parábola:

«Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano,

se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre

 sucio por el pestilente lodo. Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre,

 hasta que cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado

 por el cieno y el se dió cuenta de que iba a morir. En un deseo repentino de salvarse,

comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo

porque había olvidado como volar,

pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar

el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso.»

 Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te están

obligando a elevar el vuelo o a morir.

Nunca es tarde.

No importa lo que se haya vivido, no importan los errores que se hayan cometido,

no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, 

siempre estamos a tiempo para decir BASTA,

para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el

cieno y volar ALTO y muy lejos del pántano. Abandona la vía segura y cómoda.

Lánzate a la ruta incierta, llena de enigmas e inseguridades y hazlo solitariamente.

Dios te acompañará y te dirá que camino tomar.

 

 

 

 

SUELTA, DEJA IR…

 

 

A veces, es mejor dejar que algo se vaya y comenzar de nuevo. Hay cosas

que nos pasan en la vida que encontramos difíciles de aceptar. Los recuerdos

 regresan y nos perturban una y otra vez.

Cuando algo sucede en nuestras vidas que encontramos difícil de aceptar,

 tenemos que decidir si hay algo que podamos hacer para cambiar las cosas.

 Si lo hay, debemos hacer los que podamos para que todo esté de nuevo bien.

 Pero si hemos hecho todo lo posible, y en nuestro corazón sabemos que ahora

no hay nada más que hacer, entonces, dejemos que se vaya lo que nos quita la

tranquilidad.

Después de haber repasado los «qué hubiera pasado si…» y los «por qué?»,

 quizás aprendamos una lección valiosa. Y descubramos que si bien fue doloroso,

 crecimos por la experiencia.

Aprender a dejar ir las cosas, en vez de preocuparnos por lo que pudo haber

sido, con el tiempo podría ser más valioso que aquello que hemos dejado ir. 

«Todo lo que sucede, sucede por una razón»

 

 

 

 

 CAMINOS DE LA VIDA

 

Cuando cortas una flor para ti, comienzas a perderla…

 porque marchitará en tus manos y no se hará semilla para otras primaveras.

Cuando aprisionas un pájaro para ti,

comienzas a perderlo…

Porque ya no cantará para ti en el bosque ni criará otros pichones en su nido.

Cuando guardas tu dinero comienzas a perderlo…

 porque el dinero no vale por si, sino por lo que con él se puede hacer.

Cuando no arriesgas tu libertad para tenerla, comienzas a perderla…

porque la libertad que tienes se confirma cuando decides y eliges.

Cuando no dejas partir a tu hijo hácia la vida, comienzas a perderlo…

porque nunca lo verás volver a ti, libre y maduro.

 Recuerda siempre : No existe precio por la Libertad.

Pero si, una bellísima recompensa para quien la utiliza con grandeza de alma …

Tener para siempre , junto a ti la Fidelidad de aquellos que libres de los grillos ,…

 se complacen en ser tus eternos admiradores !

Quien Ama … Libera con la seguridad de la vuelta espontánea al abrigo !

Aprende en el camino de la vida la paradójica lección de la experiencia:

Siempre ganas lo que dejas y pierdes lo que retienes…

 

 

 

 

RECUERDA

 

Cuando el cielo está gris… Acuérdate cuando lo viste profundamente azul.

Cuando sientas frío… Piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.

Cuando sufras una temporal derrota… Acuérdate de tus triunfos y de tus logros.

Cuando necesites amor… Revive tus experiencias de afecto y ternura.

Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.

Recuerda los regalos que te han hecho, los besos que te han dado, los paisajes

que has disfrutado y las risas que de ti han emanado.

Si esto has tenido… Lo podrás volver a tener y lo que has logrado, lo podrás volver a ganar.

Alégrate por lo bueno que tienes y por lo de los demás; desecha los recuerdos

 tristes y dolorosos, no te lastimes más.

Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad.

Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas

y vívelas otra vez.

 Visualiza aquél atardecer que te emocionó.

Revive ésa caricia espontánea que se te dió…

Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien.

Allí en tu mente están guardadas todas las imágenes… Y sólo tú

 decides cuáles has de volver a mirar !

 

 

 

 

VUELO DEL ALMA

 

Cuando el camino se hace cuesta arriba, NO LO DEJES. Cuando las cosas andan

mal – como a veces sucede – NO ABANDONES.

Cuando no consigas resultados, y se sumen los problemas, NO TE RINDAS.

Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar NO TE CAIGAS.

Cuando la suerte, te sea adversa, y no encuentres fuerzas para seguir NO RENUNCIES.

Cuando no encuentres compañeros de lucha, NO TE APURES.

Hay manos que sostienen las tuyas !

Cree y Siente en cada minuto de tu vida, deja que tu alma

» vuele libre » por los jardines hermosos de la confianza en algo superior que

 llega donde nuestra visión no puede alcanzar , pero sí nuestro corazón puede sentir.

Tu alma desea estar libre para darte fuerza y estímulo! INTENTA !

Cierra los ojos por algunos minutos y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.

No podemos cambiar el mundo, ni quitar todo el dolor de la tierra , ni tener ya

resueltos todos nuestros problemas, pero podemos a cada minuto mirar

con ojos del amor a cada cosa.

Si pensamos que todo es pasajero, miraremos con cariño lo negativo que

 te encamina a la elevación y perfección, y luego observaremos con felicidad

 el cambio del mal en bien , de tristezas en alegrías.

Lo que hoy nos hace sonreír fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer.

Nuestras faltas de hoy también son las alegrías de mañana.

Las personas se van , los amores se pierden en el tiempo, los problemas

se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día siguiente…

no te quedes en el medio del camino porque allá, adelante… algo te espera !!                                                                                                            

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¡Hola mundo!

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HOLA…

                                                                                                                                                        
      

 

¡BIENVENIDOS A ESTE SITIO, ESPERO LO DISFRUTEN!

 

                            
                                                              
                                                                                 
    

  

 

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LUCHA CONTRA EL CANCER DE MAMA.ELIGE LA PREVENCIÓN.

                     
¿Qué es el cáncer de mama? 
                     
                                      

Llamamos cáncer de mama al crecimiento anormal e incontrolado de las células que forman los conductos de la mama donde se forma la leche. Los tumores que se originan en este tipo de tejidos reciben el nombre de carcinoma.

Es el tumor más frecuente en las mujeres occidentales, y se estima que en los países de la Unión Europea, 1 de cada 11 mujeres desarrollarán un cáncer de mama antes de los 75 años.
 

En España se diagnostican 16.000 nuevos casos al año. Se estima que cada año mueren 6.000 mujeres a causa del cáncer de mama y que 67 de cada 100.000 desarrollarán un cáncer de mama. A medida que aumenta la edad aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama. Es más frecuente en pacientes mayores, posmenopáusicas, y con edades comprendidas entre los 60 y los 70 años.

El cáncer de mama afecta principalmente a mujeres, aunque también puede darse en un pequeño porcentaje de varones.                                                                                                                                                                                                                                                 La mamografía es el método de detección más fiable en mujeres mayores de 40 años. Permite detectar lesiones en la mama dos años antes de que se hagan palpables. Y una realización periódica puede reducir un 30% la mortalidad. Si el tumor se detecta antes de que se haga invasivo, las posibilidades de curación son superiores al 98%, de allí la importancia de  la  detección  precoz.                                                                                                                                                                                                                                          

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 ¿Cómo  se realiza una autopalpación mamaria?

 

Si durante la exploración de las mamas encontramos algo que nos llama la atención, hay que volver a palparlas al día siguiente y, si realmente creemos que existe algo, debemos consultar al médico.

 

Comprende varias fases:

  • Primero se debe hacer una inspección rápida de ambos pechos. Para eso es necesario estar desnuda delante de un espejo y levantar los brazos. Ambas mamas deben moverse de forma simétrica sin que ninguna pequeña porción de piel quede «hundida». También hay que observar si existen zonas de enrojecimiento o abultamiento.
  • En segundo lugar con la palma de la mano plana, e imaginando la mama como una esfera, hay que palparla profundamente, primero por la parte externa-superior (la más cercana a la axila), luego por la porción inmediatamente inferior, la externa-inferior, luego por la zona también inferior pero interna, cerca de la otra mama y luego por la porción también interna pero superior. Por último hay que coger el pecho con la mano, oprimirlo ligeramente y observar que realmente no existe ninguna secreción por el pezón.
  • En último lugar, hay que palpar en el hueco de la axila. Pequeños nódulos en la axila son con muy alta probabilidad ganglios normales, muy frecuentes en esta localización. http://www.fbbva.es/TLFU/tlfu/esp/home/index.jsp                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          http://www.fbbva.es/TLFU/tlfu/esp/home/index.jsp                                                                                 

 EN ARGENTINA SE REGISTRAN ENTRE 15.000 Y 20.000 NUEVOS DIAGNOSTICOS POR AÑO

Hay más casos de cáncer de mama, pero son menos mortales

 

 

 

 

Los expertos afirman que 1 de cada 8 mujeres puede desarrollar la enfermedad. Hace 30 años aparecía en una de cada 13. La clave es la prevención: la cura es alta si la detección es temprana

Lo que hasta hace algunos años parecía una contradicción, hoy se verifica con la contundencia de un hecho: el cáncer avanza, pero la muerte retrocede. La frase describe la situación actual del cáncer de mama en la Argentina: según los especialistas, la tasa de incidencia creció en los últimos 30 años, pero la mortalidad disminuyó progresivamente, llegando a más del 90% de curación en casos de tumores menores a un centímetro. La clave: detección temprana e importantes avances en materias de terapias y tratamientos.

«En 1975 se calculaba que 1 de cada 13 mujeres iba a tener cáncer de mama. Hoy, se estima que 1 de cada 8 va a desarrollar la enfermedad«, dice el doctor Reinaldo Chacón, presidente de la Fundación de Investigación y Prevención del Cáncer. ¿Las razones? «No están claras todavía. Como ocurre con otros tumores, es probable que el aumento en la tasa de incidencia obedezca a varios factores: la alimentación, la caída en el número de hijos, los hábitos», sigue el oncólogo.

Se calcula que cada año se diagnostican en el país entre 15.000 y 20.000 nuevos casos, cifras que nos ubican en los niveles observados en países desarrollados. «Esta similitud responde a diferentes variables. Además de las cuestiones étnicas, compartimos usos y costumbres con Europa y EE.UU. Está vinculado a lo que comemos y a lo que hacemos», dice el doctor Simon Breier, de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer.

Para Miguel Bensadón, ginecólogo y especialista en mastología, se encuentra más porque se busca más: «la incidencia aumentó en edades más tempranas porque cada vez más mujeres jóvenes se hacen un control mamario periódico. El uso masivo de la mamografía incrementó el diagnóstico temprano de la enfermedad», celebra.

También en la Sociedad Argentina de Mastología admiten que ven más casos y en mujeres más jóvenes, pacientes que no tienen por lo general síntomas clínicos. «Ha aumentado el diagnóstico precoz. Y es lo ideal: concurrir al mastólogo antes de palparse algo extraño. Hay que prevenir», apunta el doctor Héctor Vuoto, su presidente.

La doctora Dora Loria, epidemióloga del Departamento de Carcinogénesis del Instituto Roffo, pone una luz roja sobre la alarma: «no hay una base científica epidemiológica que revele este aumento. Los registros que hay no son lo suficientemente rigurosos. Lo que sí observamos es una caída en la mortalidad de mujeres menores de 45 años», explica.

En menos muertes, coinciden. Acorralados por una batería de terapias exitosas, los tumores malignos y pequeños en la mama matan cada vez menos. Las estadísticas del Ministerio de Salud certifican que la tasa de mortalidad no ha acompañado el incremento en el número de casos: se mantiene en 20 cada 100.000 desde hace 30 años. «Acá no hay cifras, pero en los países desarrollados se cura entre un 5 y un 10% más de mujeres. Es muchísima gente», dice Chacón.

Los avances son alentadores. «Globalmente, el porcentaje de curación es del 50% o más, pero en tumores pequeños (de menos de 1 centímetro de diámetro) y con características de baja agresividad puede superar el 90%. La tasa de curación se asocia al tamaño tumoral al momento del diagnóstico, su extensión o no a los ganglios axilares y a características del tumor», agrega.

El descenso de la mortalidad se atribuye, según los expertos, a diagnósticos más precoces y al uso de tratamientos adyuvantes a la cirugía: «hormonoterapia, quimioterapia y, últimamente, al uso de anticuerpos monoclonales», sigue Chacón. Pero subraya: «Nada es más importante que la detección temprana. Elimina la necesidad de extraer la mama (mastectomía) y todos los ganglios axilares e incrementa las probabilidades de curación».

Las causas que disparan la enfermedad son múltiples. «El riesgo aumenta conforme la mujer envejece, pero tanto factores endógenos como exógenos aumentan su incidencia. Pesan los antecedentes familiares (en el 23% de los casos) y hay causas hereditarias (promedian el 9%, cuando en la familia no sólo hay cáncer de mama sino también otro tipo de cáncer). Pero la mayoría de los casos son esporádicos: en el 68% no hay historia familiar previa en al menos dos generaciones —explica Bensadón—. También aumenta el riesgo por factores hormonales (menarca y menopausia tardías, madre primeriza añosa), por dietas muy grasas y exceso de alcohol».

Hay factores que uno puede controlar y otros que nos exceden. Lo que indefectiblemente está en nuestras manos es la posibilidad de la detección temprana, algo que, además de minimizar la agresividad de los tratamientos, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

El examen físico y la mamografía son las primeras herramientas para detectar tumores pequeños y en estadíos iniciales. Y hay exámenes complementarios, como la ecografía, la resonancia magnética y las punciones (ver Cirugías,…).

«Es fundamental que la gente comprenda que cáncer no es una sola enfermedad y que ya no es necesariamente sinónimo de muerte», subraya Breier. «La tasa de sobrevida en cáncer de mama es cada vez más alta. Y está asociada, en general, a una consulta precoz y oportuna. El esfuerzo no es mucho y vale la pena».

                                                                                                                                                                                                       GeorginaElustondo.                                                                                                   
gelustondo@clarin.com                                                                                                                                                                                               Hábitos que pueden salvar tu vida y que podrían mantenerte lejos del cáncer

MUEVETE:“El ejercicio reduce los niveles de estrógenos, que tienen relación con el cáncer de mama”, advierte Debbie Saslow, de la Asociación Americana del Cáncer. Practica de 45 a 60 minutos de actividad cardiovascular diaria. Incluso 30 minutos, 5 días a la semana hacen la diferencia. Y nunca serás demasiado mayor: un estudio reciente publicado en el british Medical Journey, mostró que las mujeres menopáusicas obtienen más beneficios al sudar con regularidad que quienes no lo hacen.

CONSERVATE DELGADA: Después de la menopausia, las mujeres obesas tienen el doble de riesgo de desarrollar cáncer mamario, en comparación con otras de peso normal. Pero el aumento de peso entre mujeres que antes eran delgadas también es mala señal. “Subir tan sólo diez kilos en la vida adulta incrementa el riesgo”, explica Heather Spencer Feigelson, de la Sociedad Americana de Cáncer.

TOMA VITAMINA D: Según la Sociedad Americana de Oncólogos Clínicos, las pacientes con cáncer de mama que tenían deficiencias de vitamina D fueron 94% más propensas a tener su cáncer diseminado que quienes presentaban niveles adecuados.  “Mi recomendación es ingerir de 800 a 1.000 Ul por día”, expresa Andrew Kaunitz, profesor de la Universidad de Florida.

BEBE CON MODERACION:Nuevos datos del Instituto Nacional de Cáncer, de Estados Unidos revelan que las mujeres que ingieren una o dos bebidas alcohólicas diariamente aumentan 32% su riesgo de padecer el tipo más común de cáncer mamario (quienes beben en mayor cantidad lo incrementan 51%). No tomes más de una copa al día.

GUARDA LAS HORMONAS POR UN TIEMPO: La terapia hormonal prolongada incrementa el riesgo de cáncer de seno, demostró la iniciativa de la Salud de la Mujer – y un nuevo estudio muestra que el mayor riesgo persiste varios años después de suspenderla – Toma hormonas sólo si los síntomas de la menopausia son incontrolables y no más de cinco años. Para combatir los bochornos, hay medicamentos alternativos como los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, y cremas a base de estrógeno para tratar la resequedad vaginal.

REALIZA LOS AUTOEXAMENES PARA MANTENERTE ALERTA:“Cerca de 15% del cáncer de seno es detectado por las propias mujeres”, manifiesta Eva Singletary, profesora del Centro Anderson de cáncer. Es recomendable realizarse mensualmente el auto examen, aunque investigaciones recientes han encontrado que el auto examen mamario puede incrementar la necesidad de una biopsia, por tanto, algunos médicos hoy día lo consideran opcional, aunque si es de vital importancia que conozcamos nuestro cuerpo.

http://www.esperanzayvida.com/venezuela1.asp?pais=venezuela

                          

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…RECONOCE TUS GRIETAS Y APROVÉCHALAS.

        

CUENTO HINDÚ: "LAS DOS TINAJAS"  

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón; pero cuando llegaba, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente; desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable, porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habla al aguador diciéndole:

Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.

El aguador, apesadumbrado, le dijo compasivamente:

Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.

Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchas flores hermosas a lo largo, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de ella la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces:

¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y durante dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza

Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas.

Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.


En la aldea de Dios, nada se desperdicia. Reconoce tus grietas y aprovéchalas.

 

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UN GENIO ROSARINO ( Blog dedicado a Roberto Fontanarrosa – Nunca te voy a olvidar, fuíste un verdadero genio…y cómo me hiciste reir ! )

"EL MUNDO HA VIVIDO EQUIVOCADO"

de Roberto Fontanarrosa

—¿Sabés cómo sería un día perfecto? —dijo Hugo tocándose, pensativo, la punta de la nariz. Pipo me­neó la cabeza lentamente, sin mirarlo. Estaba abstraí­do observando algo a través de los ventanales.
—Suponete… —enunció Hugo entrecerrando algo los ojos, acomodándose mecánicamente el bigote, corriendo un poco hacia el costado el sexteto de tazas de café que se amontonaba sobre la mesa de nerolite-… que vos vas de viaje y llegás, ponele, a una isla del Caribe. Qué sé yo, Martinica, ponele, Barbados, no sé… Saint Thomas.
—¿Martinica es una isla? —preguntó Pipo, aún sin mirarlo, hurgando con el índice de su mano izquierda en su dentadura.
—Sí. Creo que sí. Martinica. La isla de Martinica.
Pipo aprobó con la cabeza y se estiró un poco más en la silla, las piernas por debajo de la mesa, casi to­cando la pared.
—Llegás a la isla —prosiguió Hugo—… Solo ¿viste? Tenés que estar un día, ponele. Un par de días. Entonces vas, llegás al hotel, un hotel de la gran puta, cinco estrellas, subís a la habitación, dejás las cosas y bajás a la cafetería a tomar algo. Es de mañana, vos llegaste en un avión bien temprano, entonces es media mañana. Bajás a tomar algo.
—Un jugo —aportó Pipo, bostezando, pero al pare­cer algo más interesado.
—Un jugo. Un jugo de tamarindo, de piña…
—De guayaba, de guayaba —corrigió Pipo.
—De guayaba, de esas frutas raras que tienen por ahí. Calor. Hace calor. Vos bajás, pantaloncito blan­co livianón. Camisita. Zapatillitas.
—Deportivo.
—Deportivo.
—Tipo tenis.
—No. No. Ojo, pantaloncito blanco pero largo ¿eh? No short. No.
Largo. Livianón. Bajás… Poca gente. Música sua­ve. Cafetería amplia. Te sentás en una mesa y… se ve el mar ¿No? Se ve el mar. El hotel tiene su playa pri­vada, como corresponde. Poca gente. Poca gente. No mucha gente. No es temporada. Porque tampoco vos vas de turismo. Vos vas por laburo. Una cosa así.
—Claro. —Pipo aprobó con la cabeza y saludó con un dedo levantado al Chango que se iba con una rulienta.
—Entonces ahí —Hugo estiró las sílabas de esas palabras anunciando que se acercaba el meollo de la cuestión—… a un par de mesas de la mesa tuya: una mina, sentadita. Desayunando.
—Sola —por primera vez Pipo mira a Hugo, frun­ciendo el entrecejo.
Hugo arruga la cara, dudando.
—Sola… o con un macho. Mejor con un macho ¿viste? Pero, la mina, te juna. Te marca. No alevosa­mente, pero, registra. La mina, muy buena, alta rubia, ojos verdes, tipo Jacqueline Bisset.
—Me gusta.
—La mina, poca bola. Marca de vez en cuando, pe­ro poca bola.
—Jacqueline Bisset no es rubia.
—¿No es rubia? ¿Qué es? Castaña.
—Sí, castaña, castañona.
—Bueno… Pero ésta es rubia. Remerita azul, pantaloncitos blancos. Cruzada de gambas, fumando. Ha­blando con el tipo, recostada en el respaldo del silloncito. Esos silloncitos de caña.
—¿Silloncitos de caña? ¿En una cafetería? —dudó Pipo.
—Bueno, no —admitió Hugo—. Uno de esos comu­nes. O como éstos —giró un poco el torso y pegó dos tincazos cortos contra el plástico de un respaldo—. Pe­ro con apoyabrazos ¿me entendés? Porque la mina es­tá estirada, así, para atrás, medio alejada de la mesa. Mirando al tipo, cruzada de gambas. O sea, queda de perfil a vos. Pero… ¿qué pasa?
—¿Qué pasa?
—La mina se aburre. Se nota que se aburre. El tipo chamuya algunas boludeces y la mina hace así con la cabeza —Hugo imita gesto de asentimiento— pero se nota que se hincha las pelotas.
—Y claro, loco…
—Entonces, entonces… —Hugo toca levemente el antebrazo de Pipo llamando su atención— Vos empezás a hacerte el bocho. Con la mina. ¿Viste cuando vos empezás a junar a una mina y no podés dejar de mirarla? ¿Y que entrás a pensar: "Mamita, si te aga­rro"? Vos te empezás a hacer el bocho. Claro, te ha­cés el boludo…
—Porque está el macho.
—No. Pero el macho no calienta. Porque está de espaldas. No te ve. No te ve. Vos te hacés el boludo por si la mina mira. Cosa de que no vaya a ser cosa que mire y vos estás sonriendo como un boludo, o que le hagás una inclinación de cabeza…
—O que se te esté cayendo un hilo de baba sobre la mesa.
—Claro, claro —se rió, definitivamente entusiasma­do con su propio relato Hugo, haciendo gestos elo­cuentes de refregarse la boca con el dorso de la mano y limpiar la mesa con una servilleta de papel—. No. No. Vos, atento, atento, pero digno. Tipo Mitchum. Ti­po Robert Mitchum.
—Bogart, loco. Vamos a los clásicos.
—Sí. Una cosa así. Fumando el hombre. Medio en­trecerrados los ojuelos por el humo del faso. Un duro.
—Sí. A esa altura yo ya estaría duro.
—También. También. Pero con dignidad —senten­ció Hugo—. Porque por ahí te tenés que levantar y te­nés que salir encorvado como el jorobado de Notre Dame y ahí se te va a la mierda el encanto. Cagó el atraque. No. Vos, en la tuya. Juguito, un par de sorbos vichando por encima de las pajitas ésas de colo­res…
—Los sorbetes.
—Los sorbetes. Una pitada. Mirando de vez en cuando al mar. Pero vos siempre atento a la rubia que balancea lentamente la piernita y a vos…
—A vos te corre un sudor helado desde la nuca…
—Desde la nuca hasta el mismo nacimiento de los glúteos. Y una palpitación en la garganta… ¿viste? como los sapos. Que se les hincha la garganta.
—Lindo espectáculo para la mina si te mira.
—No pero eso te parece a vos desde adentro —Hugo golpea con uno de sus puños contra su pecho—. No. Vos, un duque. Un duque. Y… ¿viste? ¿Viste cuan­do vos decís: "Viejo, si esta mina me da bola yo me muero. Me caigo al piso redondo" Y que medio agra­decés que la mina esté con un macho porque te saca de encima el compromiso de tener que atracártela. Pe­ro por otro lado vos decís: "¿Cómo carajo no me le voy a tirar, si esta mina es un avión, un avión?" ¿Vis­te?
—Típico.
—Pero vos, claro, perdedor neto, también pensás: "Esta mina, ni en pedo me puede dar bola a mí". Por­que es una mina de ésas de James Bond, de ésas bien de las películas. Un aparato infernal. Digamos, todo el hotel es de las películas. Con piletas, piscinas, par­ques, palmeras, cocoteros, playa privada…
—Catamaranes.
—Surf, grones, confitería con pianista, negro tam­bién. Una cosa de locos. Entonces vos decís: "Esta mina no me puede dar bola en la puta vida de Dios". Pero, pero…
—Al frente —indicó Pipo, con la mano.
—¡Al frente, sí señor! —se enardeció Hugo—. Al frente. Y por ahí, por ahí… el tipo se levanta.
—El tipo que está con la mina.
—El tipo que está con la mina se levanta y se pira. Le da un besito en la boca, corto, y se pira. A vos medio se te estruja el corazón porque pensás: "si el tipo éste la besó en la boca, es el macho. No hay duda".
Pipo meneó la cabeza, dudando.
—Porque uno siempre al principio tiene esa espe­ranza —prosiguió Hugo—, "Puede ser el hermano", piensa, "un amigo" "o el tío", que sé yo…
—O una tía muy extraña que se viste de hombre.
—También.
—Una institutriz de esas alemanas. Muy rígidas —documentó un poco más su aporte Pipo.
—Claro. Claro. Pero cuando el tipo le zampa un be­so en la trucha ya ahí medio que se te acaban las po­sibilidades —Hugo se corta. Se queda pensando—. Aunque viste cómo son los yanquis. Se besan por cualquier cosa —aclara—. Ahí viene una mina y te da un chupón y es cosa de todos los días.
—¿Sí?
—Sí. Bueno, bueno. La cuestión que la mina se ha quedado sola en la mesa. El tipo se piró. Se fue. Y la rubia está en la mesa, mirando el mar. Balanceando la piernita. Y ahí te agarra el ataque. Ahí te agarra el ataque. ¡Está servida, loco! Sola y aburrida. Rebuena, para colmo.
—¡Qué te parece!
—Claro, primero vos esperás. Te hacés el sota y esperás. Porque en una de esas vuelve el marido. O el tipo ése que estaba con ella y es un quilombo. Enton­ces vos te quedás en el molde. Y te empieza a laburar el marote de que si te vas y te sentás con ella. ¿Qué carajo le decís?
—Y además la mina habla en inglés.
—No sé. No sé. Eso no sé —vacila Hugo.
—¿La mina no es norteamericana?
—No sé. Porque vos no la escuchás. Vos la viste que está ahí chamuyando con el tipo pero no escuchás en qué habla.
—Y… si habla en inglés te caga.
—Sí, sí —admite Hugo, turbado— pero esperá…
—Bah. Si habla en inglés, o en francés o en ruso, te caga.
—Pará, pará.
—Vos inglés no hablás, que yo sepa.
— ¡Pará, pará! —se enoja Hugo.
—Porque nosotros, acá, porque manejamos el verso, pero si te agarra una mina que no hable castellano…
—Oíme boludo. Pará. ¿Vos sos amigo mío o amigo de la mina? La mina puede ser francesa, por ejemplo, y saber un poco de castellano.
—O española —simplifica Pipo—. La mina es espa­ñola.
—¡No! Española no. Dejame de joder con las espa­ñolas.
—¿Por qué no?
—Las españolas son horribles. Tienen unos pelos así en las piernas.
—Sí, mirá la Cantudo.
—No, no —se empecina Hugo—, dejame de joder con la Cantudo. La mina es una francesa tipo, tipo…
— ¿Por qué no la Cantudo?
—Tipo… ¿Cómo se llama esta mina? —Hugo gol­petea con un dedo sobre el nerolite.
—Romy Schneider.
—No. No. Esta mina que canta…
—A mí dejame con la Cantudo y sabés…
—¡No rompás las bolas con la Cantudo! ¿Cómo se llama esta mina? —Hugo señala con el dedo a Pipo, ya cabrero— Mirá, el día que vos me vengas con tu día perfecto, muy bien, que la mina sea la Cantudo. Pero yo te estoy contando mi día. Además esta mina es rubia.
—Bueno —aprueba Pipo, reacomodándose algo en la silla—. La próxima vez que me cuentes tu día per­fecto, vos quedate con la rubia. Pero que la rubia esté con la Cantudo y salimos los cuatro. Así…
—Está bien, está bien —concede Hugo sin dejar de rebuscar en su memoria— ¡Françoise Hardy! ¡Françoise Hardy! Un tipo así.
—Tampoco es del todo rubia.
—Bueno, pero de ese tipo. De cara medio angulosa. Jetona. Más rubia, eso sí. Y con esa voz así… pro­funda.
—Oíme —cortó Pipo—. Si no la escuchaste hablar. Decías…
—La mina es francesa —se embaló Hugo—. Pero ha­bla castellano porque ha vivido un tiempo en Perú. ¿Viste que los franceses viajan mucho a Perú?
—¿Sí? —se interesa Pipo—. Se acomoda definitiva­mente erguido en la silla, gira y con un gesto pide otro café a Molina, el morocho, que está descansando con­tra la barra, aprovechando la poca gente de las once de la noche.
—Claro. Porque esta mina es una mina del jet-set. Una arqueóloga o algo así, que viaja por todo el mun­do.
—Una cosmetóloga.
—O dirige una línea internacional de cosmética. Una línea suiza de cosmética —sopesa Hugo—. O dise­ña moda. Habla varios idiomas. Y entonces habla cas­tellano con un acento francés, arrastra las erres…
—Como el dueño del hotel donde para Patoruzú —ejemplifica Pipo.
—Eso. Y tiene una voz profunda. Medio áspera. Co­mo Ornella Vanoni.
—Ajá, ajá. Me gusta —aprueba Pipo, dispuesto a co­laborar mientras se echa algo hacia atrás para permi­tir que Molina le deje, sin una palabra, un café, un va­so de agua, tire otros saquitos de azúcar junto al ceni­cero y apriete un nuevo ticket bajo la pata del servi­lletero.
—La cuestión es que la mina se quedó sola en la mesa, fumando —recupera el hilo Hugo— y vos estás ahí, haciendote el bocho, viendo cómo carajo hacés para atracártela. Para colmo todavía no sabés en qué carajo habla esta mina. Entonces, entonces, empezás a junar las pilchas, los zapatos, la remera, los ciga­rrillos que la mina tiene sobre la mesa para ver si di­cen alguna marca, algún dato que te bata más o me­nos de dónde es la mina. La mina llama al mozo. Pa­ga su cuenta. Vos ahí parás la oreja para ver si agarrás en qué habla, pero la mina habla en voz baja, como se habla en esos ambientes internacionales…
—Además la mina con esa voz profunda que tie­ne… —Pipo ha terminado de sacudir rítmicamente la bolsita de azúcar y se dispone a arrancarle uno de los ángulos.
—Claro. Agarra un bolso que tiene sobre otro si­llón y ahí… ahí… Primero… —se autointerrumpe Hugo— cuando se para, ahí te das cuenta realmente de que la mina es un avión aerodinámico. De esas mi­nas elegantes, pero que están un vagón. De ésas flacas pero fibrosas, ésas que juegan al tenis y que vos les tocás las gambas y son una madera. Entonces ahí, en tanto la mina se acomoda el bolso sobre el hombro y agarra los puchos y el encendedor de arriba de la me­sa…
—Los puchos son Gitanes —documenta Pipo.
—Claro. Los puchos son Gitanes y tiene ¿viste? ata­do a una de las manijas del bolso, un pañuelo de seda, fucsia. Bueno, ahí, cuando la mina se levanta. Se da vuelta. Y te mira.
—¡Mierda!
—Te mira ¿viste? —Hugo está envarado sobre la si­lla, tenso. Una mano en el borde del asiento y la otra sobre el borde de la mesa. Los ojos algo entrecerrados miran fijo en dirección a la ventana que da a calle Sar­miento—. Te mira un momentito, pero un momentito largón. Ya no es la mirada de refilón… eh… la mira­da de rigor de cuando uno mira a una persona que en­tra o que se te sienta cerca. No. No. Una mirada ya de interés. Profunda.
—Ahí te acabás.
—No. Vos… un hielo. Le mantenés la mirada. Se­rio. Sin un gesto. Como diciendo "¿Qué te pasa, ca­riño?". Claro, por dentro se te arma tal quilombo en el mate, se te ponen en cortocircuito todos los cables. "Uy, la puta que lo reparió, no puede ser", decís. "No puede ser. Dios querido". Pero le sostenés la mi­rada hasta que la mina da media vuelta y se va para la playa con el bolso al hombro.
—Y… —se sonríe Hugo— ¿Viste cuando las minas se dan cuenta de que las están junando, entonces caminan un poquito remarcando más el balanceo? —Hugo osci­la sus propios hombros y el torso— ¿así? La mina se va para la playa, despacito. Matadora. Claro. Vos estás paralizado en la silla, tenés la boca seca y si te mandás un trago del jugo te parece que tragas papel picado. Cualquier cosa parece. Te zumban los oídos.
—Te sale sangre por la nariz.
—No. No. Porque ya te recuperaste. Ya te recupe­raste —ataja Hugo—. Y ya empezás a sentir ¿viste? Esa sensación, esa sensación, ese olfato, esa cosa… de la cacería. ¿No? Para colmo, para colmo —Hugo vuel­ve a poner su mano sobre el antebrazo de Pipo para concentrar su atención.
—Ahá…
—Para colmo, la mina llega al ventanal, todo vidria­do. Porque la parte de la cafetería que da al mar es puro vidrio —asesora Hugo—. Entonces cuando la mina llega a la parte de la puerta donde ya sale a la parte de playa, que hay una explanada y después está la arena, se para. Se para en la puerta, ¿viste? Como deslum­brada por el sol. Y mira para todos lados. Busca algo adentro del bolso con un gesto como de fastidio…
—Los lentes negros.
—Algo así. Lo que pasa es que la mina está aburri­da. Y en eso, antes de salir ya del todo, gira un poco. Y te vuelve a mirar…
—Ahh… jajajá… —ríe nervioso Pipo.
—¿Viste cuando de golpe una mina te mira y vos no sabés…?
—Sí. Si te mira a vos o a alguien de atrás.
—Claro, claro, eso —se enfervoriza Hugo—. Que vos te das vuelta para ver si atrás no hay otro tipo, qué sé yo. Como para asegurarte.
—Sí, sí —se vuelve a reír Pipo.
—Pero no. La mina te vuelve a mirar a vos. Ya no tan largo, pero…
—Está con vos.
—Está con vos.
—La mina siempre seria —casi pregunta Pipo.
—Ah, sí. Sí. Seria. Juna pero ni una sonrisa. Los ojitos nada más. No. No se regala. Digamos…
—Insinúa.
—Eso. Insinúa… Entonces, vos, llamás al mozo. ¿Viste? —se divierte Hugo. Hace voz afónica— "Mo­zo"… No te sale ni la voz. Tenés la garganta seca. "Mozo". Firmás tu cuenta y ahí no más te mandás para la habitación. A los pedos.
—A la habitación.
—Claro. Porque vos ya viste que la mina se fue pa­ra la playa. O sea, la tenés ubicada y un poco la seguridad de que la mina se va a quedar ahí. Entonces vas a la habitación y te pones la malla, cazás una toalla. Una revista…
—Ah. Eso sí. Imprescindible. Un libro…
—Sí. Sí, sí. Un libro, una revista, cualquier cosa, para llevar debajo del brazo y salís rajando para la pla­ya cosa de que no vaya a aparecer algún otro y te primeree. Bajás y te mandás a la playa. Como siempre pasa, la primer ojeada que das, no la ves. Ahí te pu­teás, decís "¿Para qué mierda me fui arriba a cam­biar?". Y te desesperás. Pero por ahí la ves que viene caminando, entre alguna gente que hay, tomando una Coca Cola que ha ido a comprar. La mina te ve pero se hace la sota. Se tira por ahí, en una lona. No, en una de esas reposeras y se pone a tomar sol. Medio se apoliya.
—Ahí te cagó.
—No. Bueno. Al fin te la atracás —sintetiza Hugo.
—Ah no. ¡Qué piola! —se enerva Pipo—. Así cual­quiera. Es como en esas películas donde un tipo dice "me voy a atracar a esa mina" y después ya aparece con la mina, charlando lo más piola, encamado. Y no te dicen cómo el tipo se la atracó. Que es la parte jodida.
—Bueno. Pará. Pará —contemporiza Hugo—. Vos te quedás vigilando. Ves por ejemplo que no hay ningún peligro cercano. Ningún tipo, algún tiburonazo co­mo vos que ande rondando. O hay algún tipo con su mujer que vicha pero se tiene que quedar en el molde pero además vos viste cómo son estas cosas. Los yan­quis, los ingleses por ahí ven una mina que es una bes­tia increíble y no se les mueve un pelo. Ni se dan vuel­ta. No dan bola. No son latinos. Entonces vos ves que no hay peligro cercano y planeás la cosa. Vos tenés una situación privilegiada. Estás solo. Tenés tiempo. Tenés guita…
—No como acá.
—Claro. Además ahí no te juna nadie. No hay que­mo posible. Entonces por ahí te vas un poco al mar, nadás, hacés la plancha. Y cuando volvés ves que la mina está leyendo. En la reposera, pero leyendo. En­tonces vos, desde tu puesto de vigilancia, ni muy cer­ca ni muy lejos, te ponés también a leer. Por ahí te dan ganas, ¿viste? —Hugo busca las palabras—, de lar­gar todo a la mierda, cazar un bote, alquilar un cata­marán y disfrutar un poco en lugar de andar sufriendo por una mina que por ahí… Pero claro, cuando la mirás y por ahí la ves mover una piernita, sacudir un poco el pelo rubio se te queman todos los papeles. Te hacés el bocho como un loco. Se te seca de nuevo la garganta.
—Venís muerto.
—Lógico. En eso la mina se levanta y se va para un barcito que hay en la playa, muy bacán. Ese es el mo­mento, es el momento… Lo que vos me pedías que te explicara.
—Claro —parece que se disculpara Pipo— porque si no, es muy fácil…
—La mina va, se sienta en un taburete, debajo de esos quinchos, ¿viste?, como de paja, cónicos, pero grande, porque ahí está el bar. Y vos vas y te sentás al lado. Ya sin hacerte tanto el boludo, ya, ya en la lu­cha. Y ahí vas a los bifes. Le preguntás, por ejemplo "¿usted es norteamericana?" En un tono monocorde, casi digamos, periodístico. Sin sonrisitas ni nada de eso. Ahí la mina te mira un momento, fijamente y es cuando…
—Te cagás en las patas —dictamina Pipo.
—¡Claro! ¡Claro! Porque ése es el momento cru­cial. Ahí se juega el destino del país. Si la mina se hace la sota y mira para otro lado. O dice "sí" caza el vaso y se alza a la mierda, perdiste. Perdiste comple­tamente. Pero no. La mina te mira, dice: "Sí". "Sí ¿por qué?". Y se sonríe.
—¡Papito!
—¡Papito! ¡Vamos Argentina todavía! ¡Se viene abajo el estadio! —Hugo se sacude en la silla— ¿Viste esas minas que son serias, que no se ríen ni de casuali­dad, pero que por ahí se sonríen y es como si tuvie­ran un fluorescente en la boca? ¿Qué vos no sabés de dónde carajo sacan tantos dientes? Una cosa… —Hu­go estira la comisura de los labios con los dientes de arriba tocándose apretadamente con los de la fila inferior.
—Como la Farrah Fawcett.
—Sí. Que es una particularidad de las modelos —asesora Hugo— Están serias, de golpe le dicen "sonreí" y ¡plin! encienden una sonrisa de puta ma­dre que no sabés de dónde la sacan… Bueno, la rubia te mira, te dice "sí ¿por qué?" y…
—Te da el pie.
—Claro. Te da el pie, para colmo. Entonces vos de­cís "permiso", el barrio es el barrio, y te sentás en el taburete de al lado y entrás al chamuyo… —Hugo lle­va dos o tres veces el dedo índice de su mano derecha a la boca y lo hace girar hacia adelante como quien desenrolla algo. Pipo hace un gesto escéptico.
—Muy facilongo lo veo —dice.
—Lo que pasa es que la mina está con vos. Está con vos. La mina ya tiene decidido que te va a dar bo­la. No va a andar haciendo las boludeces de hacerse la estrecha o esas cosas. Es una mina que está en el gran mundo internacional y sabe lo que quiere. La mina va a los bifes. No se regala pero va a los bifes. Si le gusta un tipo le da pelota de entrada y a otra cosa.
—Eso es cierto. Esas minas son así.
—Entonces vos empezás el chamuyo. Ya tranquilo. Ya gozando la cosa porque sabés que la cosa viene bien, ya estás en ganador y medio que ya te estás ha­ciendo la croqueta pensando que te vas a llevar la ru­bia para la pieza del hotel y esas cosas. Ya entrás a disfrutar, ahí, vos, ganador. Garpás los tragos, tirás unas rupias sobre el mostrador al grone y te vas con la mina para las reposeras. La mina, claro, una bola bárbara. Y vos ves que los tipos te junan como di­ciendo "hijo de puta, se levantó el avión ése". Pero vos, un duque, fumás, te hacés el sota y la ves caminar a la rubia adelante tuyo, en la arena, ahí, el pantaloncito ajustado y pensás "Dios querido ¡Y esta mina es­tá conmigo!". Y bueno…
—Bueno —suspira Pipo, aflojando un poco la ten­sión. El peor momento ya ha pasado.
—En fin. Entonces escuchame como es la milonga. ¿No? La milonga del día perfecto. Al menos para mí. Primero, ahí, en la playa, con la rubiona. Un poco de natación, el mar, las olas. Alquilás un catamarán, te vas con la mina de recorrida. Y a eso de las seis, siete de la tarde, te mandás al bar y te das algún trago largo…
—Un ron Barbados.
—Puede ser. Puede ser. Fijate, fijate… —gesticula, calculador, Hugo—. Me gustaría más un gin-tonic. Un gin-tonic.
—Loco, eso pedilo en Mombasa, en algún boliche de ésos. Pero no te pidas un gin-tonic en un lugar así. Con esa mina…
—Grave error. Grave error. ¿Qué tomaban los tipos que aparecen en la novela de Hemingway, de ésas en el Caribe, Islas en el Golfo, por ejemplo?
—Bacardí.
—Bacardí ¡Y gin-tonic! Gin-tonic, mi amigo. Pero la cosa no es esa. No es que vos vayas a pedir tal o cual trago. No. La cosa es que no te des con algún tra­go que te tire a la lona. Tenés que tomar algo que más o menos sepas que te la aguantás. Algo que te achis­pe, que te ponga vivaracho pero que no te haga pelo­ta. Mirá si todavía que ya tenés la mina en casa te le­vantás un pedo que flameás o te descomponés y des­pués andás con diarrea, te cagás ahí en el lobby del hotel…
—Vomitás —se asqueó Pipo.
—Vomitás. Le vomitás las pilchas a la mina. Un asco. No. No. Por eso, por eso, pedís algo sobrio, que vos sabés que te la aguantás y que te ponga ahí, en el umbral de la locura para acometer el acto… el ac­to… el acto carnal. Además vos ves que el asunto viene sobrio. Sin espectacularidad. No te vas a pedir tam­poco uno de esos tragos que vienen adentro de un coco partido por la mitad, que adentro le meten flo­res, guirnaldas, guindas, que lo tomás con pajita. Eso es para las películas de Doris Day que todos bailaban en bolas al lado de la pileta…
—Doris Day. Qué antigüedad.
—No. Vos te pedís entonces un gin-tonic. La mina alguna otra cosa así. Ahí charlás un ratito. La mi­na muy piola. Muy bien. Muy agradable. Simpática.
—Muy bien la mina —certificó Pipo, como asom­brado.
—Sí. Sí. Una mina de unos 26, 27 años. No una pendeja. Casada. Bien en su matrimonio. Bien. Que sabe lo que está haciendo. La mina quiere pasar bien esa noche, y a otra cosa.
—Claro.
—Claro. Ninguna complicación. No es de las que te va a hacer un quilombo al día siguiente ni nada de eso. La mina sabe cómo son estas cosas.
—No. No se te va a venir a la Argentina tampoco.
—¡Nooo! ¡No! No es de ésas que agarran el teléfo­no y te dicen "Arribo a Fisherton mañana". Y se te arma tal despelote. No nada de eso. Entonces…
—Entonces.
—Entonces, son como las siete, las ocho de la tar­de —el relato de Hugo se hace moroso— Te vas con la rubia a la habitación del hotel.
—¿A la tuya o a la de la mina?
—A cualquiera. Allá no es como acá que por ahí te agarra el conserje y no te deja entrar con la mina en la pieza. Allá no hay problemas. Te vas con la mina a la habitación. No. Mejor le decís a la mina que vaya a su habitación. Vos vas a la tuya y te das una buena ducha.
—Te sacás toda la arena.
—Claro, te sacás la arena. Los moluscos que te ha­yan quedado pegados. Y te vas a la pieza de ella. —Hugo hace un pequeño silencio contenido. Y bueno. Ahí, viejo ¿para qué te cuento? —sigue—. Te echás veinte, veinticinco polvos. Cualquier cosa.
—¿Veinticinco, che? —duda Pipo.
—Bueno… Dejame lugar para la fantasía. Bah… Te echás cinco, seis. De esas cosas que ya los dos úl­timos la mina te tiene que hacer respiración boca a boca porque vos estás al borde del infarto…
—Sí. Que ya lo hacés de vicioso.
—Claro. Pero que te decís: "Hay un país detrás mío." No es joda.
—Muy lindo, che. Muy lindo —aprueba Pipo, que se ha vuelto a repantigar en la silla y manotea, distraído, el paquete de cigarrillos.
—No. No —le llama la atención Hugo—. No. Aho­ra viene lo interesante. Porque yo te digo una cosa. Te digo una cosa… eh… Pipo. Te digo una cosa Pipo: El mundo ha vivido equivocado. El mundo ha vivido equivocado. Yo no sé por qué carajo en todas las pe­lículas el tipo, para atracarse la mina, primero la invi­ta a cenar. La lleva a morfar, a un lugar muy elegante, de esos con candelabros, con violinistas. Y morfan co­mo leones, pavo, pato, ciervo, le dan groso al cham­pán mientras el tipo se la parla para encamarse con ella. Yo, Pipo, yo, si hago eso… ¡me agarra un apoliyo! Un apoliyo me agarra, que la mina me tiene que llevar después dormido a mi casa y tirarme ahí en el pasillo. O si no me apoliyo me agarra una pesadez, un dolor de balero. Eructo.
—Y eso no colabora.
—No. Eso no colabora —Hugo se pega repetidamen­te con la punta de los dedos agrupados en la frente—. ¿A quién se le ocurre, a quién se le ocurre ir a enca­marse después de haber morfado como un beduino? Es como terminar de comer e ir a darte quince vuel­tas corriendo alrededor del Parque Urquiza. Hay que estar loco.
—Sí. Es cierto.
—Por eso te digo. El mundo ha vivido equivocado. Yo no sé cómo hacían los galanes esos de cine que se iban a encamar después de comer.
—Es la magia del cinematógrafo, Hugo. Hay que ad­mitirlo.
—Pero en este día perfecto que te digo yo —pun­tualiza, orgulloso, Hugo— vos terminás de echarte los quince polvos con la rubia, te levantás hecho un duque. Te pegás una flor de ducha, cosa de quitarte de encima los residuos del pecado y ¿qué te pasa? Te­nés un hambre de la puta madre que te parió. ¡Lo­co! No comés desde el desayuno. Acordate que no co­més desde el desayuno que picaste alguna boludez. Y después no almorzaste porque un tipo que está de ca­cería no puede permitirse andar con sueño y hecho un pelotudo. Entonces, entonces… imaginate bien, eh. Prestá atención. Te empilchás livianito, la mina también. Ya es de noche, te has pasado cerca de tres horas cogiendo y la luna se ve sobre el mar. Está fresquito. No hay ese calor puto que suele haber acá. Ahí refresca de noche. Vos abrís bien las puertas de vidrio que dan al balconcito y desde abajo se escucha la música de una orquesta que es la que anima el bai­longo que se hace abajo, porque hay mesitas en los jardines, entre las palmeras y ahí los yankis cenan y esas cosas. Vos no. Vos como un duque, pedís el morfi en la habitación. ¡Imaginate vos! —Hugo reclama más atención de parte de Pipo— Vos ahí te sentís Gardel. Acabás de encamarte con una mina de novela. Estás en un lugar de puta madre, tenés un hambre de lobo. Sabés que tenés todo el tiempo del mundo para comer tranquilo. La mina es muy piola y agradable y no te hace nada, al contrario, te gratifica que ella se quede con vos después de la sesión de encame. No es de esas minas que después de encamarte tenés unas ganas locas de decirle "nena, ha sido un gusto haberte conocido; ahora vestite y tómatela que tengo un sue­ño que me muero y quiero apoliyar cruzado en la ca­ma grande". No. La mina es un encanto. Entonces te hacés traer un vino blanco helado, pero bien helado de esos que te duelen acá —Hugo se señala entre las cejas— ¡Bien helado!
—¡Papito!
—Porque también tenés una sed que te morís. Te has pasado todo el día en la playa, bajo el sol. Y ade­más después de un enfrentamiento amoroso de ese tipo si no tenés a tiro un buen vino blanco pronto ca­paz que te chupás hasta el bronceador.
—La crema Nivea.
—Y ahí te sentás con la rubia —Hugo se arrellana en su silla, hace ademán de apartar las cosas de la mesita— y le entrás a dar a los mariscos, los langostinos, la langosta, algún cangrejo, con la salsita, el buen pancito. Pero tranquilo, eh, tranquilo… sin apuro. Mi­rando el mar, escuchando el ruido del mar. Sos Pelé. Sos Pelé.
—Alguna que otra cholga —aventura Pipo.
—Sí, señor. Alguna que otra cholga. Pulpo. Mucho pulpito. Y siempre vino ¿viste? Le das al blanco. Sin apuro. Ahí es cuando entrás a charlar con la mina de cosas más domésticas. De la casa. De la familia. Cuan­do ya no es necesario hacer ningún verso.
—Cuando ya te aflojás.
—Claro. Ese momento es hermoso. Entonces le contás de tu vieja. De tus amigos. Que tenés un perro. Que de chico te meabas en la cama. La mina te cuen­ta de su granja en Kentucky. Que le gustan los hela­dos de jengibre. Pero ya tranquilo. Estás hecho. Estás hecho. Porque si vos morfás antes de encamarte —vuelve a la carga Hugo—, por más que te sirvan el plato más sensacional y lo que más te gusta en la vida a vos no te pasa un sorete por la garganta porque te­nés el bocho puesto en la mina y en saber si te va a dar bola o no te va a dar bola. Comés nervioso, para el culo, te queda el morfi acá. La mina te habla de cualquier cosa y vos estás pensando "Mamita, si te agarro" y no sabés ni de qué mierda está hablando ella ni qué carajo le contestás vos. Es así. ¿Es así o no es así?
—Es así.
—Entonces ahí, después de morfar como un as­queroso, después de bajarte con la rubia dos o tres tu­bos de blanco, vos vas sintiendo que te entra a agarrar un apoliyo ¡pero un apoliyo! Sentís que se te bajan las persianas.
—Ahí es cuando uno ya se entra a reír de cual­quier pavada.
—¡Eso! ¡Claro! —se alboroza Hugo por el aporte de Pipo—, que te reís de cualquier cosa. Bueno, ahí, te vas al sobre. Sabés, además, que podés al día siguiente dormir hasta cualquier hora porque vos te vas, ponele, a la noche del día siguiente. Y te acostás con la rubia, ya sin ningún apetito de ningún tipo, sólo a disfrutar de la catrera. Te vas hundiendo en el sueño. Te vas hundiendo. Está fresquito. Entra por la ventana la bri­sa del mar. Oís el ruido del mar. Un poco la música de abajo…
Hugo se queda en silencio, mordisqueándose una uña. Casi no hay nadie en El Cairo. Pipo también se ha quedado callado. Bosteza. Mira para calle Santa Fe. Hugo busca con la vista a Molina, que está charlando con el adicionista. Levanta un dedo para llamarlo. Molina se acerca despacioso pegando al pasar con una servilleta en las mesas vacías.
  —Cobrame —dice Hugo.

             

                                                                                                                                                                                                                         
                                                                                 Inodoro Pereyra              

Un frasco e’briyantina – 1

                                                    

                                                

Un frasco e’briyantina – 2

                                                

Un frasco e’briyantina – 3

                                                

Un frasco e’briyantina – 4

                                                

"LAS NUEVAS PALABRAS, SEGUN FONTANARROSA"                                                                                                                                 
                                                                                                                       -… Desde que a las insignias las llaman “pins”, a los maricones “gays”, a las comidas frías “lunchs”, a los repartos de cine “casting”, Argentina ya no es la misma….

Ahora es mucho más moderna…

Durante muchos años los Argentinos estuvimos hablando en prosa sin saberlo…..

Y lo que todavía es peor, de lo atrasados que estábamos, sin darnos cuenta…..

Los chicos leían revistas en vez de “comics”, los jóvenes hacían asaltos en lugar de “parties”, los estudiantes pegaban carteles sin saber que eran “posters”, los empresarios hacían negocios en vez de “bussines” y los obreros (tan ordinarios ellos) al mediodía le traían la vianda en lugar de usar “lunchera”…..

Yo en la escuela hice muchas veces “aerobics” pero en mi ignorancia pensaba que estaba en clase de gimnasia…

Afortunadamente todo esto cambió, Argentina hoy es un país moderno, y a los argentinos se nos nota el cambio… exclusivamente cuando hablamos….

Y eso es muy importante!!!

Cuando estudiábamos para un parcial decíamos “estoy hasta las bolas” cuando en realidad estábamos “a full”.

Cuando decidíamos parar un ratito, nos comíamos un sanguchazo, sin saber que en realidad habíamos hecho un “break”

Desde ese punto de vista los Argentinos estamos completamente modernizados…

Ya no tenemos centros comerciales, son todos “shoppings”…..

Adoptamos incluso nuevas palabras, lo que habla de nuestra extraordinaria apertura y capacidad para superarnos.

Ahora ya no decimos facturas sino “cookies”, que suena más fino, ni tenemos sentimientos sino “feeling” que son mucho más profundos.

Y de la misma manera sacamos “tickets”, usamos “kleenex”, compramos “compact”, comemos “sandwichs”, hacemos “footing”, vamos al “pub” y los domingos cuando pasamos el día en el campo hacemos “camping”…

Y todo ello con la mayor naturalidad y sin darle mayor importancia…

Los carteles que anuncian rebajas dicen “20% OFF”, y cuando logramos meternos detrás de algún escenario, hacemos “backstage”…

Obviamente esos cambios de lenguaje han influido en nuestras costumbres, han cambiado nuestro aspecto, que ahora es mucho más “fashion”…

Los argentinos ya no usamos mas calzoncillos, sino “slip” o “boxer”, tampoco viajamos más en colectivos sino en “bus”, y para el auto usamos el “parking”…..

En la oficina ya no tenemos jefes sino “boss”, que está siempre en “meeting” con los “public relations”, o tal vez haciendo “bussines” con su secretaria…

Y la secretaria, capaz que vive en un barrio de mierda, pero se la pasa haciendo “mailing”, y cuando sale del trabajo se va a hacer “fitnees” y “aerobics”…

El autoservicio ahora es “self service”, el escalafón “ranking”,el representante ahora es “manager” y la entrega a domicilio “delivery”…

Desde hace algún tiempo los importantes son “vips”, los auriculares “walk man”, los puestos de venta “stands”, y las niñeras “babby sitter”……

Y por supuesto que ahora ya no pedimos perdón, decimos “sorry”, y cuando vamos al cine comemos “pop corn” (son más ricos si llevan “butter”)…

Y para culminar una frase que resume todo…….


¿Vió Mendieta…?
Ya no quedan más domadores…
Ahora todos son “Licenciados en problemas de
conducta de equinos marginales”…
       De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nóbel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: «Me cagué de risa con tu libro».Roberto Fontanarrosa.(Escritor y humorista 1944-2007)
    *Fuentes: http://www.abanico.edu.ar/2005/05/fontanarrosa.mundo.htm
                     http://www.literatura.org

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ADIOS DE GABO…CARTA A SUS AMIGOS…» Nadie te recordará por tus pensamientos secretos .»

                                                               

 

                                                                              

"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y ¡cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

Dios mío si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol.

Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos…

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida… No dejaría pasar un sólo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, ¡sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres… He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más. Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, jóven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuanto te importan."

Gabriel García Márquez.

                                                  

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